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La lista.

Hoy he visto un programa en la MTV acerca de un grupo de amigos que hacen una lista de cosas por hacer antes de morir, para llevar acabo juntos. Las dos emitidas este mediodía eran: hacer puenting y dormir en una casa encantada (la de las caras de Bélmez). Pues bien, yo no tengo una lista de la que ir tachando, pero si tengo claras las cosas que tengo que hacer antes de morir. Como no me puedo basar en el supuesto de: 'y si hoy fuera tu último día de vida, ¿qué harías?' voy a tomármelo con calma, pero voy a ir haciendo las cosas que no hice por miedo a. Un estado de comodidad por el que te permites quejarte de las cosas no hechas, pero no hacer nada por remediarlo.
Por el momento llevo varios sueños cumplidos, sí lo llamaremos sueños, pero sé que voy a realizar muchos más, como por ejemplo: ir a Salzsburgo a tocar la nieve de los Alpes. Y... bañarme desnuda en una piscina privada, de alguien desconocido.
Bailar bajo la lluvia lo tengo bajo control.
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Que vuelva así de repente, que te haga sentir un poco más cerca de lo que fuiste y de lo que amaste. De ese tú creado de la nada y en el que tanto esfuerzo invertiste. Y que además quieras contarlo.
Está bien. Aunque las personas suframos cambios enormes, aunque seamos muchas (people) en una, siempre hay algo dentro de donde sale lo demás, yo diría que es como una bola de nieve que va creciendo con el roce de más nieve y con más nieve, más grande la bola. Pues eso... un día esa bola tropieza contra una piedra, (ya que bajaba a gran velocidad por una cuesta infernal) grande y dura que hace que la masa creada por nieve+nieve+nieve... BOOM! se despedace. Vuelve a ser un puñado insignificante que a medida que baje la montaña irá creciendo.
Yo lo entiendo. Y por ahora eso es suficiente.
No por haber chocado contra una piedra, no por haber bajado demasiado deprisa la pendiente... tan deprisa como para no poder esquivar los obstáculos, no por eso voy a dejar de rodar, de seguir creciendo con todo aquello que me haga aprender. La montaña es muuuuy grande, sí. La pendiente cada vez es más vertical, sí. Pero creo que voy aprendiendo a ponerme a rodar, cada vez más rápido.
brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrmmmmmmmmmmmmmm, vueltas otra vez.